Entre las informaciones que compartió el presidente de TV y Contenidos de Televisa, Pepe Bastón, con la prensa especializada en una comida íntima, lanzó una percepción proveniente de los estudios de asesoría contratados por la empresa: el término telenovela no era cool y se asociaba con viejitos.
Pepe se aseguró en aclarar que eso no venía de él y que mientras estuviese en la empresa con ese cargo, se continuarían realizando melodramas clásicos, que funcionaban muy bien en México y en el mundo, y que además dejaban un buen margen.
Sin embargo, indicó que las novelas clásicas irían ahora en la barra de la tarde, mientras que el primetime de la nueva plataforma Las estrellas se llenaría con todo el contenido innovador que generaban actualmente, mucho más cercano al concepto de serie, que se diferenciaba desde las historias hasta la duración, pasando por la puesta en escena, la actuación, los diálogos -más contemporáneos-, los encuadres de cámara y la iluminación.
Con estos productos estarían buscando también las audiencias de los hombres y hasta de los millennials -los nacidos entre 1981 y 1994- y, por supuesto, probar los nuevos modelos de distribución multiplataformas, en el que Blim, su OTT, hasta ahora en franco y sorpresivo crecimiento, tiene un rol predominante por la apuesta hecha.
“Queremos ser el Netflix en español” ha dicho Pepe, y allí, el término telenovela no sería el más adecuado, aunque las series sean, en el fondo, novelas con menos capítulos.