Mireia Acosta Seró fundó Masficción (proveniente de las siglas de su nombre) en 2015 con la pasión de lo que ha hecho por 30 años para otras empresas como Sony Pictures, Zodiak, Banijay. “Es producto de muchos años de trabajo en distintas productoras independientes o internacionales en España, siempre liderando departamentos de ficción”.
Era el momento de crear su propia productora para hacer esas series de televisión que echaba de menos encontrar como audiencia. Unió sus dos pasiones: la literatura y la televisión. Buscaba libros que se pudieran convertir en adaptaciones audiovisuales, lo que en aquel momento no era tan común, según contó. Aunque asegura que son una productora pequeña y joven, ofrecen productos muy personales y hechos a la medida del que se los encargue.
Contó que hace cinco años compró los derechos del libro La edad de la ira, de la que hizo la serie (4×50´) que estrena el 27 de febrero por Atresplayer. “Creo que fueron los primeros derechos que adquirí” y por su toque social le pareció que debía contarse. Se asoció con Mediapro porque debido a su tamaño no podía acceder a la financiación que necesitaba el proyecto. “Juntos fuimos a Antena 3 y Atresplayer compró la serie”.
Ahora tiene varios proyectos con “muy buena perspectiva a futuro. Nos hemos centrado en libros porque es parte de nuestro ADN, pero lo que queremos es que nuestro discurso sea particular. No ambicionamos una producción de altísimos presupuestos, queremos contar historias que lleguen a un nicho de mercado como puedo ser yo” y que satisfaga sus gustos, que genere un pozo de reflexión sino que la haga pensar, aprender, que enseñe y muestre, sin dejar “descansar el cerebro”.
Están trabajando en un par de novelas, biografías de personajes interesantes, que “fueron pioneros en algún campo donde seguimos experimentando”. Para ella, es importante que las nuevas generaciones de espectadores audiovisuales conozcan que antes alguien hizo un camino similar. Le gustan las biopics y se confiesa fan de las miniseries. “El formato corto me gusta muchísimo” y “la obra social sin adoctrinamiento”.