Nakarey, actriz
y productora venezolana radicada en Madrid, quiere
que las historias reflejen la realidad que se vive hoy en numerosas
ciudades del mundo. “Hay
muchísima multiculturalidad, hay muchísimas personas de diversas
partes del mundo y
eso
todavía
no se refleja de manera fiel. Entonces me parece interesante explorar
de qué manera puede quedar plasmada esa realidad que vivimos todos”
dijo
en una nueva edición
de Maye y Ríchard
con los nuevos talentos.
Nakarey
—que para simplificar prefiere ser llamada así,
sin apellidos—, creció en los escenarios. Comenzó
a
los 3 años de edad en obras de teatro infantiles en Venezuela, y en
su juventud se
radicó
en Madrid,
España,
donde se tituló de Artes
Escénicas.
Se
entrenó
como actriz con el actor español
Jorge Muriel
y
con el coach
de actuación y
vida,
Bernard Hiller. Tiene
como representante a
B-Art Talent Management de Javier Barazarte.
Ha
participado
además
en
cortos y
en películas, como
el largometraje donde
protagoniza a una inmigrante, El
que sabem
(Lo
que sabemos),
del director valenciano Jordi
Núñez, con
el que estudió.
Y
junto a su esposo, Javier
Amann, fundó
una compañía
productora, Producciones
En Crudo, donde
manejan varios proyectos.
“Creo
que hoy en día la figura del artista es mucho más
multidisciplinaria.
En EE UU esto
se ve desde hace mucho tiempo y aquí [Madrid]
empieza
a verse
más la figura del actor que puede ser igualmente el productor y también puede dirigir, y eso me
parece muchísimo más interesante porque te ayuda a tener un papel
mucho más activo” destacó.
TAMBIÉN
SOY LATINA
Su
condición
de inmigrante le ha creado una conciencia sobre su venezolanidad y
más
allá.
“Hay algo del sentimiento de ser venezolano,
pero dentro de eso
de ser latino que me parece superbonito y que a lo mejor no me
sentía tan parte de eso, sino cuando salí de Venezuela” dijo.
En este sentido, reconoce que hay
muchos puntos en común que la
conectan con
muchísimos otros países. “Personalmente prefiero, aparte de
conectar con este sentimiento de que soy venezolana y estoy orgullosa de serlo, con que también soy latina y tengo muchas
características que me hacen compartir cosas con millones de
personas”.
Pero
advirtió
que
se debe hacer un cliché
de que por ser
latino se
es de
una
manera determinada.
“Simplemente
somos personas muy diversas, independientemente de nuestra
procedencia”.
REÍRSE
DE SÍ
MISMA Y HABLAR
DE SU
GENERACIÓN
La
verdad es que a la generación
de Nakarey le ha tocado transitar
tiempos difíciles
y disruptivos.
Tener
que emigrar de su país,
la
pandemia, el
cambio
climático,
etc., y
todo esto en un momento en que está
en tránsito
a la adultez, ha
marcado su obra audiovisual. Muestra
de ello
es la
serie
en la
que está
trabajando actualmente
¿Por
qué a mí?
“Yo
sé que los millennials
a veces somos un poco victimistas,
como nos dicen, y [la
serie] viene
de ahí, de decir por qué a mí”.
¿Por
qué a mí?
habla de su
generación, de
lo
que Nakarey
siente. “Es
en tono de comedia y nos apetecía eso, hablar de esa incertidumbre,
pero al mismo tiempo de todos esos regalos que también tenemos como
generación y que nos permiten ser quienes somos”.
Se
trata de una serie de seis
episodios de 25 a
30
cada
uno, clasificada como comedia
dramática contemporánea, en
el portal de su productora. La historia trata de tres
jóvenes de veinticinco años —Mafe, Jerry y Loles— que
se prometen en Nochevieja que este va a ser su año, pero
cinco
meses después siguen sumidas en la rutina, la cual se ve
agravada por la pandemia.
Un
descubrimiento inesperado les hace replantearse su forma de afrontar
la vida y
las
tres amigas intentarán sobrellevar con humor la carrera contrarreloj
hacia los treinta mientras tratan de darle sentido a la vida.
Mencionó
otro proyecto que también
refleja su condición de inmigrante, pero vista desde otra la
perspectiva. Se trata de una docuficción titulada Au
revoir, Mohamed, que
nace de
una
serie de entrevistas realizadas al refugiado Mohamed Condé, que
Javier Amann y Nakarey conocieron durante su voluntariado en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
“Mohamed es un chico increíble. Tenía
20 años y
se
había venido en patera a España. Para
nosotros conocer su historia de
primera mano
(…)
fue muy impresionante y para mí como inmigrante me puso en un espejo
también para decir ‘vale, si yo también soy inmigrante’,
pero me vine con un visado sellado en un pasaporte, con mis maletas
en un avión que no nada tiene que ver con las experiencias que ha
vivido esta persona” explicó
Nakarey. Agregó
que el propio Condé
se
va a representar a sí mismo
en la pieza, que es una ficción alrededor de su historia real. “No
es actor y estaremos un grupo de actores para apoyarle y contar esta
historia”.
Esta
producción
cuenta con
un toque cómico y gamberro, como
se reseña
en la página web de En Crudo. “Es
una pieza teatral de docuficción que removerá al público y le hará
reflexionar sobre el estigma con el que conviven a diario los
refugiados”.
ESPAÑA,
TIERRA DE OPORTUNIDADES
“En
cuanto a la evolución de la industria española hubo un boom
claramente definido por el tema de las plataformas y como proyecto en
concreto podría ser La
casa de papel
que puso España de pronto
en el mapa del audiovisual y se nota. Cada
vez hay más producciones, incluso las más pequeñas tienen un salto
en la calidad, buscan cuidar las cosas, porque desde fuera también se
está demandando mucho el producto español. Hay
que verlo como un momento en el que hay muchas oportunidades y hay
que buscar la manera de encajar esas oportunidades y aprovecharlas”
dijo.
“En
el
mundo
de
las películas,
el camino a seguir está como muy bien trazado
en
España. Hay
una metodología superclara de cómo acceder a las ayudas públicas,
cuál tienes que pedir primero, qué
apoyo necesitas después, etc.”
agregó.
En
cuanto a la producción
en televisión, dijo
que
es diferente. “Normalmente
las series las
lleva a cabo una plataforma o una televisora
autonómica o nacional. Es
como un camino mucho más directo, pero también más difícil.
Porque
en las películas puedes ir avanzando pasito a pasito, mientras
que la
serie es un poco como que ‘sí o no’. Empiezan
a haber
cada vez un poco más de ayudas para desarrollar este tipo de
proyectos, pero no deja de ser algo como más nuevo”.
NO
DIGAN NADA
Parece
que todo fluye para Nakarey en su carrera como productora. Pero
advierte que no es tan fácil y que espera palabras de aliento.
“Asumamos
la responsabilidad de no decirles a las demás personas lo que no
pueden hacer y lo difícil que es todo, porque realmente nunca
sabemos cómo se va a dar la vida. Por
ejemplo, nosotros como artistas que sabemos que hemos elegido un
camino complicado” explicó.
Dijo que si le van a decir cosas como ‘qué
difícil es esto’, ‘no lo hagas’, ‘esto no va a salir’, es
mejor
no decir
nada, “ya lo averiguará cada uno”.
Ver
video de Nakarey con Maye y Ríchard
con los nuevos talentos