La inteligencia artificial ha traído importantes retos a la industria audiovisual, pero es en el doblaje donde su llegada ha generado los primeros dilemas. Uno de los resultados de la huelga de actores y escritores de Hollywood, de la que se cumple un año, fue dejar por sentado la protección del trabajo de los actores de doblaje. Es un tema que genera división, así lo ve Nathalia Hencker, CEO de Henckahontas, estudio de localización ubicado en Los Ángeles.
“Quienes amamos el doblaje y a quienes nos apasiona lo que hacemos sentimos que la IA ha venido a movernos el piso, algunos piensan que es el principio del final. Hay muchísimas personas que vivimos de esta industria y hay una gran revolución para defender lo que hacemos” comenta la actriz que es una referencia en el medio por haber dado la voz en español a Pocahontas.
La ejecutiva destaca el trabajo que ha hecho la NAVA (National Association of Voice Actors) para defender los derechos de los actores de doblaje y hacer que “la voz se respete como una cualidad única de cada individuo, tal como lo es el registro del iris, o las huellas digitales”. “La IA está aquí para quedarse, pero los actores de voz no van a ceder su espacio ni sus derechos fácilmente”.
Para Hencker, la IA es uno de los retos principales de los últimos años en la industria del doblaje que tiene la misión de unir continentes a través de la localización de idiomas. “Simultáneamente nos presenta una oportunidad para hacernos más fuertes como actores, directores y productores. Nos invita a reinventarnos, a engrandecer nuestra industria y a protegernos como raza humana”.
Es por ello que el rol de un actor de doblaje actualmente es integral. “El actor de doblaje de 2024 toma clases de actuación, de improvisación. Es un actor dinámico que sabe escuchar y tomar dirección y en el momento de escuchar el playback está completamente conectado, al punto de poder sugerir ideas que logren darle un rumbo diferente a la escena o a la interpretación” explica Hencker, que identifica una serie de atributos indispensables hoy en día: 1) buen oído (para escuchar lo que pasa en la escena y para escuchar la dirección del director), 2) discernimiento para entender la escena, 3) sentido común, ritmo, buena dicción, ser buen lector, consistencia y 4) amor por lo que hace. “La formación de un actor de doblaje es constante, es como un músculo que hay que ejercitar para que siempre esté en la mejor forma posible”.