La directora de arte y vestuarista venezolana Tania Pérez, con experiencia en numerosas telenovelas y películas (Cumbres borrascosas), está impresionada de la cantidad de material audiovisual que se está produciendo en diferentes formatos para explicar la pandemia.
“La producción audiovisual está siendo infinita, pero es toda o casi toda producción casera, informal, todos en sus casas mostrándose, como están viviendo”.
Pérez señala que todas esas producciones tienen un narrativa distinta y por tanto un lenguaje diferente. “No importa mostrar un arte construido en la imagen, ahora importa mostrar lo que nos está pasando” dice. “Vestidos con pijamas o como mejor les parezca, sin rastro de maquillaje; los sets de grabación son la cocina sin arreglar, las habitaciones con las camas sin tender, la sala de la casa con los juguetes de los niños regados. Me parece muy importante que estemos dándonos cuenta de que tenemos una vida interior”.
Con presupuestos más ajustados, considera que la estética de una producción dependerá de esas decisiones que desde siempre han tomado directores, directores de arte y directores de fotografía.
En su opinión, antes que la pandemia, la industria ya venía atravesando una transformación con el boom de las redes sociales y las plataformas digitales, que son los nuevos medios. “Los contenidos audiovisuales hoy se producen para estos medios. Los canales de televisión tienen cada día menos productos propios en su programación. Cada día las redes sociales se convierten en los medios de mayor consumo por parte de la población joven y más adulta”.