Arriesgar para ganar, esa es la filosofía de Adrián Patiño, director de Fotografía mexicano, quien es el protagonista de una nueva entrega de Maye y Ríchard con los nuevos talentos.
Patiño está convencido de que es posible contar historias y emocionar, a través de la luz, el encuadre y las herramientas técnicas, eso sí, usándolas de manera creativa para aportar una visión fresca.
Imagen que refleja la visión de Adrián Patiño en su último proyecto
Un ejemplo concreto fue su aporte en la telenovela El amor no tiene receta, producida por Juan Osorio para TelevisaUnivision y que actualmente está al aire en el horario estelar de Las Estrellas en México: “El director Eric Morales escucha mucho. En las telenovelas no son comunes los planos secuencias, pero lo propuse y vieron la pasión y todos se integraron tanto que funcionó. Creo que para lograr una nueva visión hay que arriesgarse”.
CREATIVIDAD Y ARTE
En el set, Patiño usa su creatividad para promover un uso original y poco convencional de las técnicas y equipos: “El fotógrafo decide para qué y cómo usa las herramientas. Puedes hacer todo un proyecto con un telefoto o close up con un angular. Puedes olvidarte de que algo sirve para lo que se diseñó y usarlo para lo que tú quieres. Los fotógrafos somos la música que escuchamos, los libros que leemos y las películas que vemos”.
Y más allá del conocimiento técnico que se requiere para experimentar y proponer atreverse en el set, también debe estar presente la visión del fotógrafo como artista y él se considera uno: “Cuando todos toman fotos, he pensado ‘¿mi trabajo quedó en esto?’, pero no, tomo el guion, me meto y empujo hasta lograr lo que quiero. Cuando tengo la cámara, no estoy alejado de lo que está sucediendo y voy a dejar el alma en cada cuadro. Es importante sentirse artista”.
Grabación nocturna en uno de sus proyectos más retadores para Netflix
SU FORMACIÓN
Él mismo define su historia como “de película”, una que comenzó cuando tenía 12 años: hizo una travesura y sus papás lo mandaron con su tío para que aprendiera del oficio y el trabajo. Y eso que iba a ser una sanción, se convirtió en su vida: “Vi el set, las maquetas y las grúas y dije: ‘Esto quiero hacer’”. Y así fue, Patiño ha transitado diversos roles en el área audiovisual, siempre cerca de las cámaras, esa ha sido su escuela.
Como director de Fotografía tiene créditos en numerosas producciones para canales y plataformas de streaming, también en campañas publicitarias y políticas.
Uno de los grandes hitos en su carrera ha sido La venganza de las Juanas (2021), de Lemon Studios para Netflix, pues fue el primer proyecto que tuvo que filmar en HDR (High Dynamic Range) por requerimientos de la plataforma, cuando aún no estaba instaurada esta modalidad: “Nos tocó aprender y lo logramos”.
Foto de un llamado a las 5am a través del lente de Adrián Patiño
OLD SCHOOL
Y sobre ese oficio esencial tan cercano a la dirección de fotografía, ser camarógrafo u operador de cámara, Patiño exclama: “¡Soy una bestia!” Y agregó algo que le repiten sus maestros y referentes: “El fotógrafo vive para una cosa: el cámara en mano”.
Y aunque en algunos momentos lo haya dudado, ahora tiene confianza en que su aporte a la industria y por qué lo buscan es su entrega a los proyectos, por eso una de sus recomendaciones para aquellos que se inician en el oficio es tener confianza: “Si te das tiempo, vas a encontrar tu propia luz, tu propia fotografía y tus propios encuadres”.
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