La escritora cubana Delia Fiallo, conocida como “la madre de la telenovela”, murió a los 96 años. Delia fue realmente una pionera en su género en un momento donde las mujeres no tenían el espacio que se merecían y les correspondía; comenzó a escribir radionovelas en 1950 y en 1957 pasó al género de las telenovelas por episodios.
Sus productos han sido versionados con los años en diferentes países e idiomas, que han dado casi un total de más de 80. Se destacan títulos como Esmeralda, El privilegio de amar, Mariana de la noche, Un refugio para el amor, La que no podía amar, Peregrina, Mar de amor, El privilegio de amar, Lucecita, Leonela, Cristal, Kassandra, solo para nombrar algunas, y ha trabajado para grandes productoras de Latinoamérica como Venevisión, RCTV y Televisa, que tenía los derechos de las obras originales de la autora cubana y de las cuales realizó varias adaptaciones a lo largo de los años
En una entrevista realizada en 2018 contó que su primera novela, Hasta que las muerte nos separe, fue la primera historia de continuidad de toda Latinoamérica. “La telenovela triunfó con toda la fuerza que tienen los géneros populares, saltó barreras de idiomas, costumbres, cultura, mis novelas se vendieron en más de doscientos países, se tradujeron a muchos idiomas y fueron un éxito porque se tocaban temas fuertes, sociales, problemas que iban directamente a la familia, la juventud, enviando mensajes positivos” dijo.
En 2003 PRODU le entregó el Premio INTE a Delia Fiallo.