A principios de
los 2000, Alberto Ciurana, que laboraba en ese entonces en Televisa, comentó en
un video a PRODU lo que hace un buen programador, donde destaca que más allá de la
ocupación, se trata de mucha intuición y de entender a los seres humanos.
“Yo creo que es oficio por un lado, y por otro es una sensibilidad y mucha
intuición, es mucho entender cómo reaccionan los seres humanos. Aquí hago la
analogía de que esto es como el cuerpo humano, esto es un negocio de emociones, es
un negocio de saber llenar las expectativas de los televidentes, saber
interpretar sus gustos. Secretos no hay”.
Estas intenciones hicieron destacar a Televisa, y a
él como buen programador, manteniendo una fórmula de telenovelas en la noche, entretenimiento
en la mañana y al mediodía programas de cocina. Esa misma usó cuando se fue a
Univisión en 2012.
En 2002, momento
de esta entrevista, Ciurana recibió el premio INTE al Programador del año.
En ese entonces, Televisa satisfacía la audiencia, incluyendo el segmento 18-34
años. Con la llegada del reality Big Brother, se redondeó la programación,
acompañado de noticieros, exitosas telenovelas y programas
unitarios.
Ver video de 2002