(Mari Cruz Cantalapiedra). A punto de presentar en Cartoon Forum -evento que se está celebrando en Holding, Dinamarca- su proyecto de serie para preescolares Hop & Calimity, Sergi Reitg, director general de Icon Animation, se muestra satisfecho con los resultados de Vitaminix, vendida a mas de 90 países, e ilusionado con Lola & Virginia, cuyo primer capítulo terminado se enseñará en Mipcom Junior.A pesar de las buenas noticias internacionales, Reitg se queja de la pobre labor de las televisiones españolas con la animación, que “no coproducen nada” (en este foro, organizado por la Unión Europea, los proyectos seleccionados buscan coproductores y preventas para iniciar la producción): “Las televisiones pagan igual o menos que hace años. Con la llegada de la TDT, lo que se gastaban antes para un canal se lo van a gastar para cinco”, aunque reconoce que “las empresas que tengan catálogo harán negocio”.Tampoco la irrupción de Cuatro en el panorama catódico les sirve de ayuda, porque “parece ser que va ser un canal de ficción donde no va a caber la animación”.”O te buscas una salida internacional o te mueres”, sentenció el directivo.La reforma del audiovisual y la ley del 5% que obliga a las cadenas de televisión en invertir ese porcentaje de sus ingresos en producto español y europeo no han logrado una respuesta satisfactoria para el mundo de la animación: “La famosa ley del 5% está muy clara en la Unión Europea. Se trata de proteger el audiovisual y todos los países así lo han entendido, excepto un país, llamado España, que ha traducido el significado de audiovisual por cine, con lo cual ese dinero solo va a parar a la industria del cine. Es un agravio inaceptable, algo contrario a la Unión Europea, y los productores de animación pedimos que se rectifique. Pedimos que se añada un 2% adicional a ese 5%, pero las televisiones se oponen. Están matando al sector audiovisual que más exporta en España. Hay compañías españolas de animación que venden más que las de cine y el volumen de empleo que creamos nosotros es enorme comparado con el que crea el cine”, sostuvo.Para Reitg, “la situación en España es muy denunciable porque si al cine español se le ayuda porque defiende unos valores culturales a nivel internacional exactamente lo mismo hace la animación”.Entre las paradojas de la situación actual, Reitg resalta “que España sea uno de los países productores de animación mas importantes y en cambio las series más emitidas sean japonesas y norteamericanas”.En cuanto a territorios, es pues España el más difícil, puesto que han vendido en Asia, EE UU y Latinoamérica. Respecto a este último mercado, Reitg opinó que “aunque sea un mercado fragmentado voluble e inestable, ya hay países cuyos ingresos son equivalentes a los de España”, porque “aquí ha caído mucho”, finalizó.