En el salón Quinquela del Hotel Intercontinental se realizó una disertación titulada La clandestinidad en foco, en la que se analizaron temas como la previsión normativa pendiente, los esfuerzos por contrarrestar esta tendencia creciente, la piratería de señales y las experiencias internacionales.Roberto López, jefe de Auditoría, Estándares y Capacitación Técnica de Cablevisión de Argentina, aseguró que la clandestinidad en Argentina crece, se fortalece y se diversifica cada vez más. “Hay también problemas de imagen, los abonados creen que las empresas no defienden correctamente los derechos de sus clientes. Es necesario incrementar los costos de mantenimiento para controlar mejor las conexiones clandestinas”, señaló López. Y agregó: “Unas de las causas mayores de ruido son las conexiones clandestinas. Hay 4,5 millones de abonados al cable en Argentina y 1,1 millón de conexiones ilegales. Esto representa una pérdida anual de 591 millones de pesos (aproximadamente US$203,8 millones)”. Para limitar los efectos de este delito Cablevisión está en una búsqueda constante de nuevas tecnologías, coordinación de políticas con otras empresas y trabajo en conjunto con organismos municipales, provinciales, nacionales e internacionales.Juan Carlos Alesina, de Alesina & Asociados, dio un panorama desde el punto de vista legal. “La clandestinidad es hoy considerada un delito en los juzgados. Sea que se proteja el medio o el contenido, siempre está presente la estafa porque siempre hay un contenido patrimonial. Hay tres tipos de casos de piratería: en TV abierta, en TV por cable y en TV satelital”, indicó. Alesina abogó por llegar a una jurisprudencia que tipifique los distintos tipos de clandestinidad, sobre todo teniendo en cuenta las nuevas tecnologías que llegarán en los próximos años y volverán obsoletas las actuales regulaciones.Matías Pizarro O’Ryan, gerente de Operaciones de VTR Globalcom de Chile, habló sobre la lucha contra la clandestinidad que está llevando a cabo su empresa. Según detalló, en ese país había hace dos años 1,1 millón de abonados al cable y 250 mil conexiones ilegales, que ahora habrían bajado a 150 mil por las acciones de la industria. “VTR encaró la producción de spots para concienciar a los clientes, además de hacer una intensa campaña dentro de la propia empresa que incluyó una sensible mejora de las condiciones de trabajo de los técnicos para lograr identificar a los trabajadores con la empresa”. En el frente legal, VTR intenta llevar a prisión a quienes se conectan clandestinamente al cable, sobre todo como medida ejemplificadora. Según O’Ryan estas medidas vienen teniendo gran éxito, con un “80% de efectividad en las denuncias realizadas y un 80% de la gente encuestada que cree que VTR está realizando acciones contra quienes roban cable”.