Charles Barthe, el joven CEO de Labo, empresa mexicana one stop shop from record to play, expuso su visión y conocimiento del negocio en #PRODUprimetime con Ríchard Izarra, asunto que le permitió adaptarse, mantener y expandir la empresa durante el confinamiento.
Con un verbo pausado y culto, compartió cómo lograron construir rápidamente una operación remota en las áreas de doblaje y posproducción que mantuvo los servicios y las entregas a los clientes sin poner en riesgo sanitario a sus trabajadores.
Educado en Francia y Suiza, Charles tomó las riendas de Labofilms en 2006 para convertirla en Labodigital, con operaciones en EE UU y Latinoamérica, y con cuatro áreas de negocios: posproducción, doblaje, digital cinema y laboratorio fílmico.
También se abrió a la coproducción, como su participación reciente en el largometraje El baile de los 41, junto a la exhibidora Cinépolis, la productora El Estudio y la plataforma Netflix.
A pesar de ser muy selectivos en el tipo de proyectos, aseguró que se verían más a menudo coproducciones como esas, entre plataformas, exhibidores y empresas de servicios.
Digital cinema, el servicio de entrega de materiales de marketing y copias digitales a los cines, ha sido una de las actividades más impactadas por la pandemia. Mientras que la posproducción y el doblaje crecieron y se consolidaron debido a la demanda de las plataformas para satisfacer el consumo de entretenimiento en casa.
Indicó que el laboratorio fílmico ha renacido debido a una nueva generación de cinematógrafos que ha preferido el film. “Aquí tenemos siempre nuestra nevera con películas Kodak al servicio de los cineastas. Ellos la exponen y se las revelamos, incluyendo el formato 8mm” dijo.
Charles es, además, presidente del Consejo de Empresas Mexicanas de la Industria del Doblaje (Cemid), que agrupa varias empresas de doblaje, incluyendo a Labo.
Ver entrevista completa de Charles Barthe en #PRODUprimetime