WhatsApp es, sin lugar a dudas, una aplicación que con el transcurso de los años se ha transformado en una herramienta vital para los periodistas, más aún en el caso de estar lejos de la fuente.
Hacer contacto con un entrevistado en Israel, por ejemplo, a través de una llamada directa por WhatsApp, a un costo monetario bajo o nulo, o simplemente recibir las respuestas de la entrevista en un audio, hubiera sido algo impensable en el periodismo de hace años.
A esto se suma la facilidad en el intercambio de fotografías, documentos y hasta videos que resulta ideal para la inmediatez que se requiere.
Sin embargo, en algunos casos llegar a esto no es tan fácil, ciertos entrevistados no ofrecen su teléfono privado y otros no leen los mensajes porque se pierden entre todos los que reciben. De ahí la importancia del seguimiento.
El uso de WhatsApp en las redacciones del mundo ya es una práctica diaria y la mayoría de las veces hace que el contacto con la fuente se haga más personal, aunque nunca reemplazará el encuentro cara a cara.