Zasha Robles, productor ejecutivo y showrunner de Toda la sangre (10×60´), comentó que se basaron en películas como Seven y El silencio de los inocentes para darle ese tipo de tensión que hace que el espectador quiera ver más. “Mostramos el post mortem, pero no el acto del asesinato, lo que crea una sensación de agonía, porque estás listo para verlo, tienes el morbo de quererlo ver, pero no te lo vamos a mostrar” explicó Robles. La serie, producida por Fremantle México, estrena el jueves 15 en Latinoamérica por STARZPLAY y en EE UU y Puerto Rico por Pantaya.
Otro valor de producción es la comedia negra en la nota roja, “Bernardo Esquinca, el autor de las novelas, tuvo muchísima experiencia en el mundo de la nota roja en México y dejó mucho a explotar en el libro. Esos valores de producción, entre el mundo de arriba y el mundo de abajo, entre lo que tenemos hoy en día y lo que enterraron los españoles, es un juego con el que la serie se maneja constantemente durante los diez episodios de la primera temporada” dijo Robles.
Robles explicó que Luis Prieto y Hari Sama como directores hicieron una gran llave. “La película de Hari, Esto no es Berlín, tiene un look que queríamos aplicar a la serie, que es muy diferente, muy premium. Todo lo contrario al cine mexicano de arte, más comercial, y queríamos esos colores, esa saturación, ese ojo que él tiene. Por otra parte, Luis Prieto nos trajo todo el look and feel de EE UU y Europa, que es un corte muchísimo más rápido, y estéticamente tiene un ojo maravilloso” explicó.
Agregó que cada producción tiene sus retos. En el caso de Toda la sangre, al buscar financiamiento, tuvo la ventaja de que a todo el mundo le gustó la historia. Sin embargo, Robles comentó que no fue fácil encontrar el cast. “No fue nada sencillo encontrar a una actriz como Yoshi, por ejemplo. Es superdifícil, y que estuvieran 100% abiertos a la temática, porque en la serie se habla un poquito de náhuatl y eso también tuvo sus complejidades”.
Los personajes que hablan náhuatl son los interpretados por Yoshira Escárrega (Elisa Matos), Antonio Trejo (Yolotl), y Clementina Guadarrama (La Bruja). Escárrega explicó que, afortunadamente, los tres ya habían participado en proyectos en este idioma, con lo que ya habían estudiado el náhuatl. Por otra parte, Escárrega reveló que siempre le ha gustado la antropología, por lo que le encantó interpretar a este personaje. “Es ella quien ayuda a entender que los asesinatos pueden tener relación con los presagios de los mexicas y empieza a investigar”.
Robles comentó que hicieron una biblia de más de 400 páginas de información, que permitió coordinar a todo los equipos, incluyendo a los directores (que trabajaron cada uno una parte de la serie): “De esta manera todo el mundo sabía hacia dónde ir. Todo eso se hizo en la preproducción y nos pusimos todos de acuerdo en cómo íbamos a filmar y todo el mundo lo respetó. Terminamos exactamente con lo que habíamos puesto en papel” dijo.
La serie está dirigida por Luis Prieto (White lines) y Hari Sama (Esto no es Berlín) y está escrita por Rodrigo Ordóñez (Los elegidos), Santiago Roncagliolo (Sarita Colina), Natalia Mejía (Ingobernable) y Alejandro Gerber Bicecci (José José: El príncipe de la canción).
La serie está protagonizada por Aarón Díaz (Quantico), Ana Brenda Contreras (Dinastía), Yoshira Escárraga (Aquí en la Tierra), Antonio Trejo Sánchez (Un día para vivir), Clementina Guadarrama (Roma), Cinthia Vázquez (Amar y muerte), Odiseo Bichir (La Doña) y Julio Casado (Malverde: El santo patrón).
La historia sigue a Casasola (Aarón Díaz), un reportero sensacionalista que une fuerzas con la teniente de policía Edith Mondragón (Ana Brenda Contreras) y con Elisa (Yoshira Escárraga), una antropóloga local, con el objetivo de descifrar una serie de asesinatos que han conmocionado al país. Juntos registran la Ciudad de México, persiguiendo a un asesino de rituales cuya particularidad es recrear los antiguos sacrificios aztecas. La serie está basada en las novelas más vendidas del autor mexicano Bernardo Esquinca.